Brillante, magnífica, intrigante, inspiradora, genial! Son sólo algunos de los adjetivos que describen la más reciente película de Martin Scorsese. Hugo se desarrolla principalmente en una estación de trenes parisina, durante los años post-primera guerra mundial. Hugo es el cine hablándonos del cine, de la maquinaria de los sueños, de la magia de las imágenes animadas, de las historias inventadas que se proyectan en ese microcosmos que son los teatros.

Hugo guarda un enigma que nos mantiene al borde del asiento hasta que es develado, y el desenlace no decepciona, no nos deja con ganas de más, no incumple su promesa de gran misterio. Hugo cuenta con una increíble elaboración técnica [el mejor 3D que he visto], una estética muy atenta a los pequeños detalles y hace un espectacular guiño a la paradoja de la mano escheriana que se dibuja a sí misma; es el cine dentro del cine, la matrioska infinita cual espejos confrontándose eternamente.

Nuzz