Docente.

La docencia universitaria es un universo extraño y divertido. Cada día de clases es una aventura nueva, una experiencia enriquecedora, un no saber con lo que te vas a encontrar debajo del sombrero. Las anécdotas se acumulan por paquetes entre los libros y parciales; las historias jocosas o impresionantes llenan incontables espacios de mi memoria. El mero hecho de pararme allí frente a una clase me brinda una satisfacción que el terremoto había enterrado. Sentir ese biunívoco flujo de ideas entre docente y estudiantes es otro de mis tantos búnkeres mentales. 

El chiste inesperado pero siempre seguro, la pregunta obvia pero necesaria, el dato inútil mas interesante, la actitud perezosa  con la excusa inverosímil, el sutil tumbapolvismo que no cosecha nada, la complicidad y cuchicheo en el examen, el punto de vista distinto y sorprendente, plagio descarado de las prácticas, regateo despiadado de puntos, estrategas insolentes que prometen que la historia no termina, el sentir que es la clase la que me enseña a enseñar, que soy un alumno frente a 23 ó 14 docentes que me hacen mejor persona. La inevitable pregunta: “¿Y cuántos años usted tiene profe?“.

Nuzz

Mi Mundo.

Me gusta creerme que vivo en otro mundo. Uno distinto a este que me rodea, uno formado por ideas más que por objetos. Un mundo lleno de energías que entran en mí para que lo viva a plenitud. Un mundo donde lo intangible es lo valioso y las cosas no son más que eso: cosas. Me imagino en un mundo donde las decisiones se sopesan detenidamente, donde las emociones son pensamientos que controlamos. Construyo un mundo a base de esfuerzo, sacrificios y lucha interna. Suelo encerrarme con cierta frecuencia en ese mundo de Filosofía, Ciencias, Tecnología, Música y Pensamiento Abstracto. Escapo a ese espacio que es Mi Mundo: por lo general a solas; casualmente con Ulises, Felvic o JJ; rarísimas veces con algún desconocido.

Me gusta pensar que habito un mundo diferente, superior a este mundo [y se escucharán objeciones]. Ordeno en mi mente las piezas que conforman ese mundo: Ideas cuadradas, pensamientos de Lego, mas llenos de creatividad e inventiva. Procuro visitar a diario ese mundo, pues sé que cada vez que vuelvo lo hago siendo mejor que antes. Descubro lo inmenso que es Mi Mundo, lo mucho que me queda por descubrir, la infinitud de sus fronteras y disfruto por completo cada centímetro nuevo que conquisto. Mi Mundo está hecho de sueños de grandeza alcanzables,  pequeños pasos intelectuales y diminutas victorias cotidianas. Mi Mundo es mi refugio frente a la tormenta y algún día me quedaré para siempre en él.

Nuzz

Joggin’.

Cuando las energías y el tiempo alcanzan, twitteo ese anglicismo para que aquellos interesados en mi desempeño atlético esten al día con mis entrenamientos [¡Qué manera esta de querer que todos sepan lo que hacemos, dónde estamos, con quién estamos! DAMN!!!]. El caso es que a lo mejor pocos se imaginan lo que se esconde detrás de esas seis letras y un apóstrofe: Todo un microcosmos, una vivencia, un espacio creado en el instante mismo en que la vocecita de RunKeeper dice “Activity started, first interval: One kilometer, steady.

Por lo general todo comienza en la cara Este del Estadio Olímpico, Ave. Máximo Gómez frente a la Torre Popular. El policía panzón y su compañera siempre me miran como que quisieran decirme algo, o meterme preso, ya ni sé. Avanzo hacia el Norte en dirección John F. Kennedy, y de la boca del metro siempre hay un aguacero de mujeres lindas saliendo: No hay día en que no vea a la mujer de mis sueños en esa esquina [¡Y lo raro es que siempre es distinta!].

El tramo Gómez-Ortega y Gasset por la Kennedy es siempre aburrido, siempre difícil, siempre parece que es subiendo. Justo después de pasar frente al Hospital de las F.F.A.A. la vocecita dice “Next interval: One kilometer, steady.” y luego “Time: 5 minutes, 55 seconds; Distance: One point zero-three kilometers; Average pace: 5 minutes, 52 seconds per kilometer; Current pace: 5 minutes, 32 seconds per kilometer.” Acelero bajando la Gasset hasta la 27, a ritmo de Falling Away from Me. La 27 es la parte más divertida: acera ancha, sol cayendo de frente, poca gente en el medio…

En la esquina de la 27 con Gómez está el paletero que lleva sus cuentas en una mascota en caracteres cirílicos, el CESMET enamorando a las transeúntes, el cobrador que me grita “Dale duro!!!“, la hilera de carros públicos con las puertas abiertas: algunos van ‘por arriba’, otros ‘por abajo’. Llegando al punto de inicio me entra la rabia insolente de la juventud y el pace baja a 5:05 por kilómetro [a veces menos] hasta volver a enamorarme cuando llego a la Kennedy y el ciclo se repite 1, 2 ó 3 veces más, cada vez más rápido. 

Termino en un preinfarto de satisfacción al haberle bajado uno o dos minutos a mi marca personal, cuando la vocecita dice: “Activity completed. Workout summary: Total distance: Nine point zero-one kilometers; Total time: 44 minutes, 45 seconds; Average pace: 4 minutes, 59 seconds“. Esto y más cuando escribo “Joggin’ “

Nuzz

Génesis.

La duda perenne, sin intermisión.
Los cómo, las causas, el qué.
Preguntas, asoman respuestas,
esquivas, suplantan la fe.

Caldo de moléculas, espontaneidad,
ácidos paganos, microdioses,
capas de electrones jugando a crear,
intentos fallidos, precoces.

Panspermia dudosa, confusa.
Origen que me quita el sueño.
Exogénesis, vida sobre un asteroide,
Principio, ¿De dónde proviene el eco?

Luego del primer aliento,
la Vida, evolución convincente.
Antes del primer respiro,
El “¿Qué?” me queda latente.

Nuzz

Educación.

De entrada: Salvadísimas excepciones, la educación pública Dominicana es poco más que infuncional, ineficiente e ineficaz. Eso comenzando.

Las causas de esta situación son diversas y escapan al alcance de este post. Analizar las posibles soluciones a la misma tampoco es mi objetivo al escribir estas líneas. Lo que sí quiero mencionar son algunas consecuencias que se desprenden de ella:

1-) Bachilleres sin el nivel suficiente requerido para cursar una carrera universitaria, lo que implica…

2-) Profesionales sin el nivel suficiente requerido para ejercer su carrera, que a su vez provoca…

3-) Un mercado laboral (léase principalmente empresas privadas) que se inclina cada vez más hacia la contratación de egresados de universidades privadas. Por último esto nos lleva a…

4-) Una mayor cantidad de profesionales graduados de la universidad pública desempleados o como lampreas del estado.

Las cuatro ‘etapas’ anteriores conforman, más que un ciclo, una espiral que va dejando a su paso pobreza, desencanto y una cada vez menos equitativa distribución del ingreso. Entre el primer y segundo punto la relación es clara: malos bachilleres tienen altas probabilidades de ser malos estudiantes universitarios, e idénticamente, malos estudiantes universitarios es más probable que resulten malos profesionales.

Aquí viene lo delicado del asunto: una empresa privada tiene como prioridades la productividad, la eficiencia y el cumplimiento de ciertas metas que, de no lograrse, ponen en riesgo los beneficios de sus inversionistas o socios. Un mal profesional no tiene cabida en este esquema. Las buenas vacantes entonces pasan a ser, con toda razón, ocupadas por egresados de las instituciones de educación superior que mejor forman a sus egresados [PUCMM, INTEC e UNIBE en su mayoría]. El mayor porcentaje de Uasdianos debe conformarse con un empleo mediocre o ir a ‘romper brazos’ en el sector público [¡vaya ironía la mía!]. Pero aquí no acaba la historia…

Por tradición el estado dominicano acoge una cantidad de capital humano mucho más elevada de la que necesita con el único objetivo de tener muchos deudores a los cuales cobrarles en las urnas, pero eso es otro cuento demasiado largo. El caso es que para mantener a este vasto ejército de chupasangres se descuidan otras cuestiones de mayor importancia, [incluida la educación] y ahí completa una vuelta nuestra hélice.

En resumen: mientras nuestra UASD no prepare profesionales realmente competitivos, no existirá un mercado laboral que permita a sus egresados desarrollarse y los hijos de dichos egresados seguirán pasando penurias para estudiar y, si llegan a graduarse, encontrar buenos puestos. Mientras los msimos Uasdianos, el Estado y la UASD no se decidan de verdad a enfrentar el problema educativo, esta no producirá profesionales de calidad en masa y así ad eternum. Espiral viciosa se llama.

Nuzz

Una o dos palabras.

No quisiera escribir uno de esos correos,
que te ponen al día acerca de mi vida,
y no quiero decirte “todo bien de este lado“,
ya no quiero más prosa, sabe a monotonía. 

No pretendo teclear lo bien que todo sale,
ni que sigo corriendo, ni que me promovieron,
no voy a hacer alardes de los libros y clases,
ni siquiera diré que reemprendí mi vuelo

Tan sólo te recuerdo que me encantan tus ojos,
que marcaste los días mejores de mi viaje,
que eres la luz que espero reencontrar al bajarme
de un autobús en Córdoba, Rosario o Buenos Aires.

Nuzz

Correr Onírico.

6:35 a.m., Diáskara me despierta [a solicitud mía la noche anterior] diciendo “Iván, son las seis y media, no vas a ir a correr?“, “Sí, ya va, ya va, gracias” respondo entre dientes, y me vuelvo a dormir.

6:45, suena mi alarma despertadora etiquetada con ‘Run‘ a ritmo de ‘Know your enemy’ de Green Day. Me despierto molesto pero ya no hay de otra. Enjuago mi cara, me pongo los shorts, camiseta del 10K de Punta Cana, la bandita blanca con la W.

6:55, en un insólito proceder por mi parte, voy al clóset y selecciono la camisa con la que iré a trabajar: la moradita con la corbata que me regaló (arito aquella vez. La tiro sobre la cama con la certeza de que estará ahí cuando regrese de hacer mis 9 kilómetros. iPhone y bocinitas en mano, saco la pera correspondiente de la nevera [siempre pienso que si las peras tuvieran algún tipo de inteligencia vegetal se acurrucarían al verme extender mi mano hacia ellas, cual presas frente a su inevitable depredador, pero eso no tiene caso mencionarlo…], pera en mano salgo bajo las nubes de Abril camino a darle esas tres vueltas al Centro Olímpico.

7:05, abriendo la puerta de la marquesina escucho un lejano y conocido silbido, siento que todo se desvanece, el sonido crece abrumadoramente acompañado de unas baterías y voces, aprieto mis puños y me encuentro con mis sábanas entre manos… SÁBANAS?! Al abrir los ojos [pues en algún momento los cerré] estoy tirado en mi cama, son las 8:10, el silbido es el comienzo de Let’s Go Surfing de The Drums, mi alarma despertadora para ir al trabajo. ¡JODER!

Nuzz

Llegan también.

Llega además gente que envuelven con su velo nuestro brillo. Gente que en vez de marcas positivas dejan cicatrices en nosotros, gente que parece nunca aprender de sus errores, pues ni siquiera admite haberlos cometido. Gente cuya presencia se convierte en nuestra pesadilla. Gente a la que lo poco que hay para agradecerle lo destruye con acciones, gestos y decisiones muy sutiles e imperceptibles. Gente que no sabe lo que quiere o que cree que lo quiere todo. Gente que resta y destruye, más que sumar y aportarle a tu vida. Gente que desearías no haber conocido o al menos con quienes nunca debiste vincularte. Gente cuyo vocabulario y existencia carecen de los términos confianza, integridad, respeto y consideración. Gente que llega, desparece y quisieras que no regresen jamás. Nunca más.

Nuzz

Ida.

Llega gente a nuestras vidas que nos marcan, que se posan ocasionalmente en nuestro Córtex y provocan sinapsis en cadena. Llega gente que oscila para siempre alrededor de nuestro entorno, variando su intensidad y frecuencia, apareciendo entre las multitudes, ocultándose en medio de la niebla del tiempo. Llega gente cuya luz queda plasmada en nuestras retinas, gente a la que les agradeces su mera existencia, su intermitente estar, su permanente “Y qué más?“. Llega gente que se queda aunque se vaya. Que se va pero no nos deja. Llega gente. Permanece. Desaparece. Vuelve. “Siempre vuelve” diría Ulises.

Hasta luego Ñola.

Nuzz