El gobernante dominicano se extendió en su explicación cuando Guedán le preguntó dónde se situaba su gobierno ideológicamente, a la luz de lo que ocurre en América Latina.

“No sabría decirle exactamente, pero yo diría que nuestra identidad política hay que buscarla en nuestro origen histórico y también en nuestras posiciones actuales. En el origen, el PLD tuvo una postura de izquierdas, pero es complejo definir la posición actual, porque no es fácil establecer si se es conservador o se es de izquierdas, en un mundo posguerra fría, donde el factor ideológico no ha sido el que ha determinado las señas de identidad de los partidos. Se ha llegado a decir que nos encontramos ante el fin de las ideologías, pero yo diría que el marco conceptual que define ser conservador o ser progresista –y a nosotros nos gustaría que se nos identificara como un partido progresista y, consecuentemente, como un gobierno progresista- está en la relación entre el Estado y el mercado. Si una organización política cree que el mercado, por sí solo puede establecer una relación social y autorregularse, si sigue la ortodoxia de que el mercado es el ente regulador de toda la sociedad, considero que es un partido conservador. Ésa no es la posición del PLD ni del actual gobierno. El mercado no es la solución para todo y por eso se requiere cierta participación del Estado para poder establecer mayores niveles de equidad y de participación. Somos liberales, pero contemplamos lo social.”

¡¡¡DAMN!!! Es como si me preguntasen: ¿Usted cree en la existencia de dios? y yo respondiera:

“En realidad la pregunta que subyace a su cuestionamiento tiene connotaciones de carácter metafísico que superan el alcance de esta ínfima y efímera conversación. De todos modos intentaré ofrecer una visión no convencional de las creencias religiosas y experiencias espirituales vividas y sustentadas por las distintas culturas a lo largo de la historia universal de los seres humanos. La existencia o no de un ser supremo [creador o no, interventor o no] es un asunto que ha mantenido en vilo a generaciones y generaciones, sin llegarse [y probablemente sin que se llegue nunca] a un acuerdo satisfactorio respecto al tema. Los conflictos derivados de puntos de vista encontrados en la materia han tenido consecuencias devastadoras en algunas épocas de nuestra evolución como seres civilizados [probablemente el ejemplo más conocido es el de las cruzadas] y en la actualidad, si bien están acompañados por intereses económicos, culturales y/o políticos, aún existen tensiones con el potencial de desembocar [y de hecho lo constatamos recientemente] en levantamientos armados a mediana y mayor escala. Existen distintas corrientes en cuanto a la postura frente a la creencia o no en la existencia de un dios como tal entre las cuales podemos mencionar el monoteísmo, politeísmo, agnosticismo fuerte y débil, deísmo, panteísmo y distintas clases de espiritismo, cada una de ellas con sus defensores y detractores. Mi posición queda en entredicho y prefiero no inclinarme en niguna dirección para quedar bien con todos.” 

¡¡¡Qué fácil es hablar mucho sin decir nada!!!