Ronald me instó a participar en un duathlon en el Parque Mirador Sur que consistía en hacer 5 kms corriendo, 20 en bicicleta y 2.5 corriendo. Las categorías eran en pareja y en relevo. Él iba en pareja con su mejor amigo Kenji y yo le dije que iría con Felvic [a.k.a. Kay], mi insomne-estudiante-de-medicina-bebedor compañero de habitación durante los 3 años que viví en la CUM. Me puse de baboso a decirle a Ronald que apostaba una botella de Absolut a que llegábamos primero que ellos. Jajajajaja, ILUSO!!!
Antes que todo, estoy orgulloso de haber terminado la competencia, aunque lo haya hecho en más de una hora y 40 minutos y Ronald me sacó como 10 minutos de ventaja.
Primero, la noche antes de la competencia no teníamos cascos, eran obligatorios y salimos a comprar: Era Sábado a las 9:35 p.m. y sólo habían malls abiertos. Multicentro Churchill, nada; Plaza Lama de la 27, nada; Cuesta de la 27, cerrada. Al final Mr. Ro consiguió dos y nos fuimos a ‘acostar temprano’ para estar ready por la mañana. A eso de la 1:15 a.m. le estaba enseñando a Felvic un video de Kenji en Youtube haciendo skydiving para que se familiarizara con su adversario, la competencia era a las 7.
Temprano comimos corn flakes y le dimos pa’ allá. Cuando llegamos me empecé a dar cuenta de que la cosa era más profesional de lo que imaginé: Todo el mundazo traía sus bicis en racks, los únicos que no llevabámos lycras éramos Kay y yo y llovían las gafas de ciclismo, pedales con forma de tennis, bicicletas desarmadas, cascos ultra-aerodinámicos, triple suspensión, piernas de acero, abdomen plano…
Mi bicicleta, préstamo de Juan Arturo, tenía un baño de óxido, no era de ruta y sonaba “cui, cui, cui” [¿se imaginan, no?], Felvic llevaba un sudador que afectaría significativamente su aerodinámica y aún así seguíamos revestidos de cierto optimismo que se desvanecería después de los primeros 2 kilométros corriendo.
Nos juntamos con Ronald, quien andaba con Kenji, sus dos hermanas y un par de panas ahí, uno de los cuales parecía el hijo no reconocido de Chuck Norris. Se suponía que como el compañero de Ronald estaba un poco en sobrepeso y un poco fuera de forma, Felvic no debía tener problema en adelantarle y de ese modo contrarrestar la ventaja que Ronald me sacaría a mi. Todavía después de conocer a Kenji, sentíamos que iba a ser una competencia cerrada, ellos detrás. ¡¡¡ILUSOS!!!
Arrancó el asunto y de inmediato empezó a llover, yo iba al lado de Ronald y detrás venían Kenji y Felvic. Supe que algo andaba mal cuando (justo al pasar los primeros 800 metros) mi pareja preguntó: “¿Se supone que yo deba estar cansado ya?”. Ahí mismo todo se fue a la misma mierda. Al llegar al cono que marcaba los 2.5 kms (donde debíamos retornar) miré hacia atrás y sólo ví a Kenji, ni rastro de Felvic. Al parecer no escuchaba [o los escuchaba y no les hacía caso] mis motivadores gritos de “DOCTOR MUÉVASE!!!”.
Ronald me recomendó esperarlo, yo le dije que no valía la pena y a la vuelta me lo encontré de frente haciendo la seña esa que significa “córtale”, “dejémoslo ahí” o “bájale un chín”. Ronald redujo para esperar a Kenji y yo decidí irme a solas, no había arreglo para lo de Felvic.
Ya en la bicicleta, la historia la recuerdo fragmentada, como flashes, instantes diversos: Ronald empujando a Kenji, Ronald tirando de Kenji, Juan Arturo tirándole fotos a un lago, alguien que me gritaba “vamos, vamos!!!”, Felvic caminando, Felvic con la lengua afuera, Felvic… ¿dónde está Felvic?, el sol saliendo, Juan fotografiando el sol, vuelve a llover, una jeva buenísima que me pasa como un cohete por el lado, Kenji casi caminando, Ronald no se cansa el desgraciado, Juan haciéndole fotos a la ciudad, un tipo barrigudo que me pasa como una oruga, Gatorade, ¿dónde está Felvic?, “Juan hijo de puta, ha’me fotos a mí!!!”, la meta, la medalla de participación, los chistes y el Absolut que le debo a Ronald y Kenji.
En un momento me encontré al lado de la hermana de Ronald que participó en el Duathlon, Maggy. Nos miramos, pasamos un par de palabras de motivación mutua y nos despedimos, ella alejándose hacia adelante. Me dije que si no iba a ganarle la apuesta a Ronald, por lo menos debía vencer a su hermana, que por orgullo debía llegar antes que ella. ILUSO!! Intenté con todo lo que me quedaba y la maldita no hacía más que ponerse cada vez más chiquita, y más chiquita, hasta que en la curva la perdí. Nos reencontramos en la meta.
Al final resultó que Kay se saltó una de las cuatro vueltas en bicicleta [sólo recorrió 15 de los 20 kilómetros], por lo que terminó primero que yo. Los organizadores no se dieron cuenta [o, como llegamos +/- 1 hora después del primer lugar, decidieron darle la medalla a ese infeliz]. El hijastro de Chuck Norris terminó en tercer lugar y el primero y segundo imagino que se fueron a dormir cuando yo iba por mi primera vuelta en bicicleta.
También recuerdo el nick de Felvic ayer en la tarde, después de la competencia: “Ya descubrí cuál NO es mi deporte favorito: El maldito Duathlon!!!”. Ahora duele el cuerpo, debo un vodka y todos se burlarán de mí un par de días, pero lo haría de nuevo si tuviese que. Sé que Felvic no.
1v4nuzz