Sucede con cierta inusitada frecuencia que los puercoespines del Sur se ven envueltos en cantidades ingentes de quehaceres cotidianos y olvidan o no pueden cumplir con la hermosa tarea que su abrazable naturaleza desempeña de manera magistral: Escribir.
En medio de los fragores de la batalla diaria, de los cocteles, visitas, bodas, reuniones y cebollas, entre el ir, venir y devenir por las calles y avenidas de la ciudad de La Sierras se pierden letras, sílabas, palabras o páginas de entusiasmo y creatividad.
A causa de esta trombosis en la espinosa garganta, lloran las Caperucitas Escotadas, bailan los Enanos Dotados y la cantidad de posts crece a modo de súplica o lamento o ambas.
tal vez los puercoespines sureños hibernan en verano.
y cuando llega el otoño se sacuden el letargo, la vagancia, las cantidades ingentes de quehaceres cotidianos y escriben.
lo primero que hacen es buscar a las caperucitas escotadas, los enanos dotados y los putos amos de las matemáticas.
Tal vez. Pero tal vez deberían colgar carteles diciendo “Hibernando -No Molestar-” y así las Caperucitas y Enanos no agotan energías tratando de…
Tal vez huyeron hacia el bosque despavoridos y aterrados por la inmensa soledad y ahora cantan por la lluvia y saltan mirando al sol, porque después de todo llega el verano a todas partes y al fin y al cabo la vida es bella [por más que tratemos de negarlo con nuestra actitud].
Tal vez el tiempo dijo y no lo escuchamos, y tal vez es tarde.