Sur 2 – Brasilia.

Cada uno da lo que recibe
Luego recibe lo que da
Nada es más simple
No hay otra norma
Nada se pierde
Todo se transforma

Todo se transformaJorge Drexler

Aquí ya estuve hace aproximadamente dos años y el ESAF no ha cambiado nada. Sigue siendo el mismo monasterio aislado y lúgubre [2. adj. Sombrío, profundamente triste]. Me brinda espacio para reflexionar sobre mis errores, sobre mi potencial, sobre lo pasado, lo vivido, el mañana, el porvenir. Me llena de nostalgia y de esperanzas [alguna vez leí que la segunda es mejor que la primera]. Volé el Domingo desde Buenos Aires y llegué de madrugada a BSB. R$50 de taxi, habitación 20 del bloque M, clases mañana a las 9.

Me levanté, cómo no, tarde, me perdí las presentaciones y el protocolo inicial. Uno de los instructores mastica bastante bien el español, otro es Catalán y el tercero apenas ha musitado palabras que suenan a ítalo-portuñol con acento gringo. Las sesiones son largas y, sumadas al jarabe para la tos que estoy tomando, dan inmenso sueño, inevitable sueño, embarazoso sueño. Por suerte se acaban a las 5:30 puntuales. Ya di mi primera corridita en Brasil y no me fue nada mal: 6K en 32’42” y el último a 4’12”!!! [igual hice en Bolivia: 5K en 25’11”].

Sinwifini3GniEDGEnicelular es poco lo que puede uno hacer en estos tiempos. Le he dado duro a los Papeles Inesperados del Cronopio Supremo y he jugado mucho el jueguito aquel que tanto nos da para ser una aplicación gratis. En el curso me aceptaron como líder tácito de grupo y hasta ahora va todo bien [excepto por el sueño y la falta de conexión con el mundo exterior]. Ya se están barajando las opciones de salidera y bebedera y bailadera por Brasilia, así como el viaje del fin de semana que viene, que en mi caso quiere decir São Paulo.

La vida es un regalo irrechazable, recibido a ritmo de mantras y plegarias, súplicas que fueron escuchadas cuando entré en el supermercado y me encontré [una vez más] con un anaquel repleto de Smirnoff Ice a R$3.83 [unos RD$85]. Salve Oh, Gran Arsenievich!!! Aguardan por mí en el freezer siete botellitas de felicidad, y en la habitación Cortázar, quien se defiende de los zombies sanguinolentos entre samba y panecillos de queso [pão de queijo dice Leticia]. Hasta lõgo!!!

P.D.: Aguardan también Buenos Aires y otros cronopios… Más felicidad y gestos cortazarianos!!! #Lifesgood people, definitivamente!!!

Nuzz

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