Masoquismo inercial.

“Que el entrenamiento sea tan duro, que la guerra parezca un descanso.”

-No sé

Quiero sufrir, que el dolor atraviese mi cuerpo de pies a cabeza. Quiero morderme la lengua para no llorar, que me duelan las piernas de tanto correr, quiero mis ojos rojos de tanto aguantar. Quiero punzadas profundas, tensión incremental, presión en los músculos, cansancio, agotamiento, penurias, trabajo, pesar. Quiero un océano de fuego que cruzar, una cama de espinas para no dormir, quiero lluvia en el camino, viento en las noches, agua fría en la ducha, tener sed insaciada, hambre incontrolable, clavos en los pies, callos en las manos, pavor, insomnio, espanto, terror. Quiero que el dolor acompañe cada hora del día. Pero.

No busco sufrimiento como un fin en sí mismo, no quiero dolor por el placer del dolor, no pretendo quedarme revolcándome en llanto y lágrimas. No. Quiero que me duela porque vale la pena. No me entienden. “Si vale la pena quizás debe doler” no es lo mismo que “Como duele, debe valer la pena“. NO! Quiero fijar BIEN altas mis metas, y luchar por alcanzarlas, todas, comerme el mundo, derribar murallas de hielo que obstaculizan mi visión, mi avance, mi camino a esa gloria personal. Y ese camino necesariamente es doloroso, sufrido, empinado, terrible. Y ese camino es que pretendo tomar. No quiero un masoquismo por mala costumbre de infancia. Quiero que duela, pero simplemente para poder decir que lo superé. Eso.

Nuzz

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