Sí, lo es. No porque me devuelva lo que doy, ni porque el daño que he hecho retorne como un boomerang y se clave en mi cuello. No. Precisamente lo contrario. Karma está rotundamente negada a concederme ese espacio indisoluble entre dos seres, se divierte mostrándome de lejos flashes de lo que sería, me tiene como un halcón, herido por las flechas de la incertidumbre, como chichigua en el lodo, con tanto por dar y recibiendo tan poco en un aspecto de la vida que considero ya doy mucho, se entiende?

Pero eso será hasta un día, sí, Karma es una bitch, pero apelo al sentido de la justicia sideral [y Ulises quizás reproche], aspiro a que el bien que trato de hacerle al mundo [a pesar de que gente a la que les das todo, gente cercana, gente de todos los días te pague a brutales puñaladas sub, in o supraconscientes] aspiro a que ese bien algún día me sea devuelto y no tenga que destripar a la hijadeputa Karma y nos quedemos sin esa balanza donde se pesan nuestras acciones en busca del Equilibrio Universal del Todo. Guardar reservas sin guardar rencores. Perdonar, perdonarse, perdonarnos. Feliz aniversario.

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