Quiero respirar profundo una vez más, y otra, y otra. Quiero quedarme en mi casa cualquier Sábado, exento de pesadillas, pensando en cómo era todo. Quiero la chispa adecuada, la ignición de mi vida diaria, el calor de mis adentros. Quiero, y sé que querer no basta, cerrar por fin este diario y empezar a escribir otro, quiero guardar unas páginas [las primeras], otras quemarlas, perderlas, tirarlas a la basura. Quiero mostrar mi sonrisa, la que no cabe en mi cara, quiero soñar hasta tarde, despierto, iluso, en silencio. Quiero callar porque hablas, persistir, saberme allí en tus pupilas, quiero que no sea temprano aunque deba de ir despacio. Quiero creer que se puede, quiero saber que es posible. Quiero voluntad de acero para hacer eso que quiero.
Voy a expandir mis fronteras hasta territorios nuevos, dejaré de consultar viejas fórmulas de arena. Voy a encontrar ese punto, cuésteme lo que me cueste. Voy a volver a jugar, pero no a las escondidas, voy a ponerme de pie, voy a mantenerme firme. Voy a reírme conmigo, contigo, de ti, de mí, de todos… hasta que la noche llegue y te arranque de mi lado y deba soñar despierto, a solas, iluso, en silencio. Voy a palpar tus reacciones, nutrirme de tu energía, te mostraré la sonrisa que no me cabe en la cara [esa que aún no conoces], voy a observarte de lejos, memorizaré tus formas, tomaré notas mentales a cada instante posible. Dejaré caer la lluvia con los brazos hacia el cielo, y desplegaré mis alas por tanto tiempo dormidas. Volaré como antes supe, sólo o bien acompañado. ¿Vienes?